
Participaban en una competición de velocidad organizada por la Federación Portuguesa de Columbofilia. Debían recorrer unos 300 kilómetros hasta llegar, cada una, a su palomar, en los alrededores de Oporto.
Debido a las fuertes tormentas de esos días, miles de palomas mensajeras se desorientaron y perdieron el rumbo, desviandose de su ruta entre el Algarve y Oporto. Muchas de ellas han ido apareciendo a lo largo de estos días en Galicia y Asturias, pero una de ellas ha llegado más lejos, y ayer aterrizaba en Añover de Tajo.

Ya han consegido rescatarla de la azotea de la nave para proporcionarle alimento y desde policía local se ha contactado con la Real Federación de Colombofilia de Castilla La Mancha, que tiene un asociado en el municipio de Añover de Tajo, para proceder a hacer las gestiones pertinentes para que el animal vuelva a su hogar, en tierras portuguesas.
En Portugal, la columbofilia es considerado el segundo deporte nacional y es el que más crece en seguidores. Por ello, las competiciones en ese país adquieren una gran trascendencia y se celebran subastas de palomas y pichones ‘de élite’ que pueden llegar a alcanzar precios de hasta 4.000 euros.
