La Guardia Real concluye en Toledo su estancia con una multitudinaria jura de bandera civil
La Guardia Real finalizó este domingo su extenso recorrido por la provincia de Toledo con una solemne parada militar y una multitudinaria jura de bandera civil en la emblemática Puerta de Bisagra. En este acto, alrededor de 200 ciudadanos toledanos tuvieron la oportunidad de sellar su compromiso con España.
El cuerpo militar, cuya misión principal es la protección del rey de España y los miembros de la familia real, ha estado presente en la provincia desde el pasado 6 de mayo. Durante este periodo, han recorrido diversos municipios toledanos, además de la capital, con el doble objetivo de perfeccionar su entrenamiento operativo y fortalecer los lazos de cercanía y confianza con la ciudadanía.
Según datos facilitados por el Ayuntamiento de Toledo, el despliegue de la Guardia Real en la provincia ha sido significativo, contando con la participación de 700 efectivos, 83 caballos, 12 perros y más de un centenar de vehículos.
El acto de despedida y la jura de bandera contaron con la presencia de destacadas autoridades locales y regionales. Entre ellas, se encontraban el alcalde de Toledo, Carlos Velázquez; la delegada del Gobierno de España en Castilla-La Mancha, Milagros Tolón; y el delegado de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha en la provincia, Álvaro Gutiérrez. Estas autoridades, que también juraron bandera, despidieron a la formación militar, destacando el orgullo y fervor que actos como este inspiran.
En representación de la Guardia Real, tomó la palabra el jefe del Cuarto Militar de la Casa del Rey, Eduardo Diz Monje. En su intervención, afirmó que la Puerta de Bisagra «se ha convertido por un día en la plaza de Armas de España, en la que hemos ondeado nuestra bandera y hemos trasladado nuestro afecto a esta ciudad, en la que me siento toledano». El comandante resaltó que «este acto es un gesto que muestra los vínculos de unión que hay entre Toledo y la Guardia Real».
Emotiva jura de bandera y tributo a los caídos
Diz Monje expresó el profundo cariño que le une a Toledo, la ciudad que le «vio crecer, madurar como persona y la que me permitió formarme como militar». Manifestó sentirse honrado de saludar a las autoridades civiles y militares, así como a sus «paisanos» reunidos en un escenario tan singular, y presumió de conocer la ciudad «como si hubiera nacido aquí».
Tras estas palabras, se procedió a la ceremonia de jura o promesa, en la que las cerca de 200 personas inscritas sellaron su lealtad a España besando la enseña nacional. El coronel Pablo Álvarez de Toledo, en su intervención, subrayó que el compromiso con España «no solo se cumple vistiendo uniforme, sino también con el esfuerzo en el trabajo diario, ejerciendo como buen ciudadano y transmitiendo a los toledanos, nuestros valores e historia». Aprovechó la ocasión para agradecer a los altos cargos de la Academia de Infantería de Toledo el apoyo recibido durante la estancia de la Guardia Real en la provincia.
La emotiva jornada concluyó con un sentido homenaje a «todos los caídos, los que dieron su vida por España». La Orquesta de la Guardia Real interpretó el ‘Toque de oración’, poniendo el broche final a la presencia de la unidad en Toledo con este acto cargado de simbolismo y patriotismo en la Puerta de Bisagra.